El Contenedor y El Contenido.

...Pues érase una vez el tío con chispa ese, que farda más de lo que folla y que, bien afeitado y rigurosamente ataviado a lo que dicta la última moda; se planta junto a sus jóvenes atractivas coetáneas y en una conversación que tiene la misma profundidad de un charco va y les suelta el típico chiste fundamentado en algún no menos típico tópico del rollo de lugares comunes: la regla ( valla por Thor!) las gordas, la conducción de vehículos de motor y cuando no, la inteligencia femenina que es en todos estos casos inversamente proporcional a la belleza...
Hasta aquí, todo normal; es de todos bien sabido que los imbéciles integrales abundan, independientemente de sus condiciones particulares biológicas o sociales. Yo, que amo a los hombres de mi vida, soy incapaz de meterles en el mismo saco que a estos otros seres, que me parece están en extinción ( a Ra gracias!)...lo que me corroe, me inquieta es la doble lectura que tienen este tipo de comportamientos y que parece que estas mujeres son incapaces de leer o en el peor de los casos, la leen, pero o no les importa, o (apaga y vámonos!) les hace gracia de verdad!
Traduciendo: en el momento en que ese tío con chispa, tiene ese detalle de hacer ese chiste sobre esa otra mujer... Eres merecedora de su confianza y de ese momento de intimidad y colegueo, su amistad, su afecto, como si fueses uno más, en igualdad de condiciones y tú, claro está, no te das por aludida; es que tú eres diferente, eres joven, atractiva y por esa regla de tres; tontucia perdía... Tu contenedor te hace válida y merecedora, no tu contenido. ¿Qué va a ser de tí? (del contenedor de tí) Cuando ya no seas joven, la maternidad cambie tu figura, las estrías, la celulitis.... pasarás a ser la diana de los chistes de mi mujer es una vaca, es una bruja... por no hablar del día que necesites a ese amigo que tu contenedor tenía, por que estas de capa caída o de mal humor y te suelten un ¿es qué tienes la regla? ...ay! amiga, vete ahorrando para la cirugía.

El Séptimo Día

"Odio este domingo híbrido de siempre..." Renfunfuñaba el Cerati en ese clásico de soda stereo que hoy le da título a estas líneas. Lo cierto es que después de muchísimos años quejándome de los domingueros, hoy me he encontrado a mi misma deseando estar de barbacoa o de playa o comiendo helados en la esplanada y jurungando en los puestos de los hippys las piezas de bisutería barata y las pipas pa fumá... y es que "que asco" que da no tener ni un sólo día para jurungarse las partes, sin preocuparse de la hora ni la fecha y ver que echan en la tele aunque sea sólo para poder decir que no echan nada. Cierto es que nunca me ha disgustado trabajar en Domingo, al fin y al cabo siempre ha sido para mi un día cualquiera (no como los Lunes, en cuya concepción secundo a Garfield cuando dice que sólo están para que el resto de la semana sea mejor) Supongo que ahora que he retomado la malsana vida de estudiante (y que me la estoy tomando tan a pecho) echo en falta el day off... empiezo a sufrir los años de bombardeos costumbristas (malditos cristianos) en los que este séptimo día esta concebido para el descanso y el ocio.
Hambrienta de disfrutar de un ratillo de reláx, después de aguantarme las tonterías a las que estamos expuestas las camareras, salgo de la cafetería ahogada en un mar de dudas acerca de donde aposentar mi gordo culo...Así que aquí estoy, rota entre el cansancio y el cambio de hora; no hay nadie en los bares (claro, es domingo!) no echan nada en la tele (course, y es de noche!) y mañana hay que madrugar (FUCK, es lunes)
"...es como un beso en la pantasha del auto cine...sin gozar"
En fin, pues eso... que tengo cerca de un año (tal vez más de un año) en esto de editar mi blog personal, a modo de diario de mis despilfarros de pajas mentales y en lugar de esto he continuado todo este tiempo dando la paliza con mis tragicomedias, a vosotros, mis queridos amigos (y ahora que voy a ser blogger profesional, mis futuros fans) e incluso en ocasiones (alcoholímetro al límite) también a algún que otro perfecto desconocido (es impresionante lo que es capaz de aguantar un tío tan sólo con la remota esperanza de tal vez... mojar el churro). Pero vamos a los que nos compete en esta primera entrada, que es ni más ni menos explicar un poco el tema de la cabecera de este blog.

Como en líneas generales mi vida carece de interés o de lo que la media de la población encuentra interesante, mi pequeño aporte a la humanidad es ponerla a parir desde aquí, e intentar retratar desde el punto de vista de alguien a quien todo le importa un pimiento; lo rebuscadamente ridículo, frívolo, contradictorio que resulta el comportamiento humano; cosa que en mi línea de la más absoluta pedantea y para vosotros los pocos que han aprendido a amarme asi y a pesar de ello, no es más que lo mismo con lo que os doy el coñazo las noches de tormenta, pero escrito.

Estoy segura de que muchas veces os sentiréis aludidos, con esto no pretendo sugestionar a nadie; pero es muy probable que si os pasa es por que estoy haciendo alución de vosotros o de vuestra humana condición. ¿porqué iba a ser si no? Lo que si voy a dejar claro, aunque creo que ya lo sabéis, es que el hecho de que todo me importe poco menos que un pimiento, no me exime del amor y la empatía que siento por el ser humano y sobre todo por vuestras humanidades (las humanidades de unos más que de otros, pero el sexo es lo que tiene...) En fin, que creo que si desahogo aquí toda mi verborrea, quizás pueda dejar que seáis vosotros los que decidáis en que momento os apetecen y dejar ya de una vez de imponéroslas...

y bueno con esto y un bizcocho, hasta la próxima aunque no rime!