En fin, pues eso... que tengo cerca de un año (tal vez más de un año) en esto de editar mi blog personal, a modo de diario de mis despilfarros de pajas mentales y en lugar de esto he continuado todo este tiempo dando la paliza con mis tragicomedias, a vosotros, mis queridos amigos (y ahora que voy a ser blogger profesional, mis futuros fans) e incluso en ocasiones (alcoholímetro al límite) también a algún que otro perfecto desconocido (es impresionante lo que es capaz de aguantar un tío tan sólo con la remota esperanza de tal vez... mojar el churro). Pero vamos a los que nos compete en esta primera entrada, que es ni más ni menos explicar un poco el tema de la cabecera de este blog.

Como en líneas generales mi vida carece de interés o de lo que la media de la población encuentra interesante, mi pequeño aporte a la humanidad es ponerla a parir desde aquí, e intentar retratar desde el punto de vista de alguien a quien todo le importa un pimiento; lo rebuscadamente ridículo, frívolo, contradictorio que resulta el comportamiento humano; cosa que en mi línea de la más absoluta pedantea y para vosotros los pocos que han aprendido a amarme asi y a pesar de ello, no es más que lo mismo con lo que os doy el coñazo las noches de tormenta, pero escrito.

Estoy segura de que muchas veces os sentiréis aludidos, con esto no pretendo sugestionar a nadie; pero es muy probable que si os pasa es por que estoy haciendo alución de vosotros o de vuestra humana condición. ¿porqué iba a ser si no? Lo que si voy a dejar claro, aunque creo que ya lo sabéis, es que el hecho de que todo me importe poco menos que un pimiento, no me exime del amor y la empatía que siento por el ser humano y sobre todo por vuestras humanidades (las humanidades de unos más que de otros, pero el sexo es lo que tiene...) En fin, que creo que si desahogo aquí toda mi verborrea, quizás pueda dejar que seáis vosotros los que decidáis en que momento os apetecen y dejar ya de una vez de imponéroslas...

y bueno con esto y un bizcocho, hasta la próxima aunque no rime!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenida pues al ciberespacio, el lugar donde voluntariamente perdemos la intimidad y nos cargamos el concepto de privacidad.

Abrazo.

Joan.

Anónimo dijo...

Que así sea.
...Y nos podremos ungir de tu sabiduría en este universo tecnológico que, como antaño, fue el físico, donde nos encontramos perdidos y sin respuesta al porqué de nuestra existencia. Gracias, gracias a....
...¡a ti!

Anónimo dijo...

Joder hermano! no se si me das las gracias por ungirte con mi merda o por por dejarte perdio y sin respuestas joder!