El Séptimo Día

"Odio este domingo híbrido de siempre..." Renfunfuñaba el Cerati en ese clásico de soda stereo que hoy le da título a estas líneas. Lo cierto es que después de muchísimos años quejándome de los domingueros, hoy me he encontrado a mi misma deseando estar de barbacoa o de playa o comiendo helados en la esplanada y jurungando en los puestos de los hippys las piezas de bisutería barata y las pipas pa fumá... y es que "que asco" que da no tener ni un sólo día para jurungarse las partes, sin preocuparse de la hora ni la fecha y ver que echan en la tele aunque sea sólo para poder decir que no echan nada. Cierto es que nunca me ha disgustado trabajar en Domingo, al fin y al cabo siempre ha sido para mi un día cualquiera (no como los Lunes, en cuya concepción secundo a Garfield cuando dice que sólo están para que el resto de la semana sea mejor) Supongo que ahora que he retomado la malsana vida de estudiante (y que me la estoy tomando tan a pecho) echo en falta el day off... empiezo a sufrir los años de bombardeos costumbristas (malditos cristianos) en los que este séptimo día esta concebido para el descanso y el ocio.
Hambrienta de disfrutar de un ratillo de reláx, después de aguantarme las tonterías a las que estamos expuestas las camareras, salgo de la cafetería ahogada en un mar de dudas acerca de donde aposentar mi gordo culo...Así que aquí estoy, rota entre el cansancio y el cambio de hora; no hay nadie en los bares (claro, es domingo!) no echan nada en la tele (course, y es de noche!) y mañana hay que madrugar (FUCK, es lunes)
"...es como un beso en la pantasha del auto cine...sin gozar"

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