La historia de como mi sombrero me hizo invisible
Si cruzas un Zootropo y un sombrero, el resultado es un Zootropombrero.
Un artilugio mágico capaz de quedarse con toda la peña en una fiesta de sombreros.
Su funcionamiento es simple: el zootropo gira, el caballito se mueve y toda la gente a tu alrededor es incapaz de quitarte la vista de encima (literalmente ya que el susodicho está en el tope)
Como bien me dijo un amigo esta mañana, debí apuntar todos comentarios que amablemente hicieron los presentes acerca del artefacto colocado sobre mi testa. Aunque de todos he de recordar para siempre, una vez dejé descansar mi cuello quitándole el peso del cacharro infernal de la cabeza, ese que con cara de flipar en colores me hizo un anónimo caballero: ¡¡Tía que fuerte: por ahí hay una chavala que lleva un caballo galopando en la cabeza!!
Y esta es la historia de como mi zootropombrero me hizo invisible.
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